Siempre se me ha hecho que uno de los símbolos de que te estás haciendo viejo, fuera de cualquier cosa relacionada con pagar impuestos, es que el tiempo cada vez te pasa más rápido el tiempo. Alguna vez me dijeron que eso tenía que ver que en tu juventud, es decir, cuando eras niño, aprendías muchas cosas nuevas, que creaban muchas experiencias, por eso crees que el tiempo era eterno. Más bien, crees que el tiempo era eterno, porque tienes un montón de recuerdos de tu juventud.
Pero bueno, lo que quiero decir es que, ultimamente, el tiempo se me hace que dura mucho menos de lo que debería de durar. Nunca es más evidente esto que en los semestres de universidad. Cuatro meses que al principio parecen largos, pero acaban pasando como si fuera semana y media.
Okey, tal vez no semana y media, pero saben a lo que me refiero. Las clases llegan a su final, antes de que me sienta que llegamos a la mitad. Tal vez eso tenga que ver que sigo acostumbrado a los años escolares completos de la primera mitad de mi educación, o algo así.
Lo que quiero llegar es que el curso de Comunicación, Cultura y Sociedad, unas de mis clases favoritas de lo que llevo de universidad, espero que no sean las últimas teóricas de mi vida, está a punto de acabarse, y no sé cómo pasó esto. Pero no hay nada más que hacerle, a lo que sigue.
Se supone que ésta iba a ser mi despedida, y de alguna manera lo es, estuvo chido todo. ¡Nos vemos!
PD: Si quien sea que esté leyendo esto quiere una recomendación de película, Akira y Ghost In The Shell están gratis, en español, en Youtube. Sin duda, de lo mejor que he visto en mi vida de animación y ciencia ficción.
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